Y podemos hacer cositas cada uno dentro de nuestras posibilidades, que para él eran muchas cuando transformaba la realidad a través de sus palabras creativas, certeras, ingeniosas, intentando siempre respetar a la verdad, la pobre tan jodida en nuestros dias...
Y lo que el abuelo que meaba en una bolsa ha disfrutado con sus escritos...
no puedo hacer ya nada más que agradecerle la consideración que tuvo conmigo.
Se molestó majestuosamente en conocerme mas de lo que yo me conozco a mi mismo, en escribir lo que a mi nunca se me hubiese ocurrido poner en papel, pero que todos y cada uno de mis dias me hace temblar o llorar o quizás escupir dulcemente una sonrisa... Se molestó en conocernos a todos y cada uno de nosotros amigos mios...

Asi que solo nos queda gritar un ¡¡gracias!! al viento eterno y prometerle que cada dia
continuare trabajando para ayudarle en su tarea.
Hay muchas maneras de colaborar, cada uno a su manera...
Los inútiles como este viejo de próstata débil podemos empezar por una de las cosas mas dificiles: tratar de sonreír...
si, sonreír...
Sonreir en el autobus, en la universidad y el trabajo. Sonreir paseando por la ciudad, sonreir a tus amigos, a tu jefa, a tu mamá...
Algo tan sencillo, tan fácil y tan necesario. Y sonreir pensando en las personas que como tú, quiere ver la hierba mas verde y la gente mas contenta.
Sonreír...
"Si alguna vez me suicido será en domingo. Es el día más desalentador, el más insulso. Quisiera quedarme en la cama hasta tarde, por lo menos hasta las nueve o las diez, pero a las seis y media me despierto solo y ya no puedo pegar los ojos. A veces pienso qué haré cuando toda mi vida sea domingo."
"Este vez me metí en un café; conseguí una mesa junto a la ventana. En un lapso de una hora y cuarto, pasaron exactamente treinta y cinco mujeres de interés. Para entretenerme hice una estadística sobre qué me gustaba más en cada una de ellas. Lo apunté en la servilleta de papel. Este es el resultado. De dos, me gustó la cara; de cuatro, el pelo; de seis, el busto; de ocho, las piernas; de quince, el trasero. Amplia victoria de los traseros."
"Tenía 20 años y era joven; tenía treinta y era joven; tenía cuarenta y era joven. Ahora tengo 50 años y soy "todavía joven". Todavía quiere decir: se termina."
( 3 Fragmentitos de La tregua, de Mario Benedetti)
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