
Y asi, de esa guisa y dando vueltas todo el rato bajo la atenta mirada de un aburrido operario especializado en reparaciones, atención al público, venta de ''tickets'' (odio esta palabra, como ''boikot'' o ''cóctail'' ), psicopedagogía de la familia y bien de cosas mas...
Vueltas y vueltas alrededor de un eje, siempre el mismo,
que gira sin parar al son de una asquerosa musiquilla facilona que se repite continuamente...
como yo.
Y no me gusta nada esa sensación de moverme al ritmo de un carrusel, de sentirme igual de hortera, igual de inútil, igual de insulso que ese puñetero tiovivo...
Hay gente que lo usa para desconectar de sus hijos un rato, a las 3 de la mañana los borrachos lo usan para terminar de convencer a su cuerpo que la mejor opcion, dadas las circunstancias, es vomitar.
Otros lo usan para ganarse la vida, las viejitas para recordar tiempos mejores o para echar en cara a sus hijos que malcrían a sus nietos.
Los niños disfrutan y satisfacen su necesidad de dar vueltas y vueltas flipando con tantas bombillas parpadeantes...años despues disfrutaran de otros ambientes con luces parpadeantes, pero bueno...de momento no esta mal y es socialmente aceptable...
Sin embargo a mis 23 años y con mi complejo piterpaniano avanzando a un ritmo intenso, no puedo soportar el confinar mis dias en este artefacto horrible...y no puedo evitar sentirme dando vueltas y vueltas...
Trato de escapar pero no se muy bien como... antes de ayer me lancé al vacío desde un avión, caí 2.220 m sobre la Mancha antes de que se abriera un paracaídas que frenó mi descenso salvándome la vida, devolviéndome al carrusel...
Fueron unos 5 minutos de paz espiritual, de tranquilidad sensorial...una experiencia interesante que jamás había sentido antes... Para mi sorpresa estuve muy tranquilo, allá arriba te sientes diferente, el tiempo se para, no oyes, no vives...no se...solo ves, solamente vi...
Mereció la pena...no el riesgo, mas bien el dinero...bueno el viaje...no se ...todo en general fue un acierto...
Estuve tres meses en Guatemala donde aprendí infinito, este Julio lo pase en Túnez, he tratado de viajar mucho, he conocido a mucha gente, de muchos lugares, he tratado de vivir muy intensamente, de aprender todo lo posible,de probar todo lo que se me ha cruzado por delante, de mis amigos, de mis chavales, de mi familia, del camino recorrido...
Sin embargo de momento lo que mas claro tengo es que, me guste o no, yo soy mi compañero perpetuo haga lo que haga, vaya adonde vaya y viva lo que viva...
Yo mismo y mi vida, Robin y su carrusel...
asi que tendre que aprender tambien a dar vueltas...
y ya que estoy condenado a la carroza color pastel de luces feas, por lo menos que me dejen elegir mi caballo, mis bombillas y el precio de mi entrada, no?
5 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo contigo... a mí también me ha ocurrido que te encuentras como en un circo, rodeada de gente grotesca que grita, dice cosas raras, baila. Tal y como se tiene que sentir el perro de la familia, echado en el sofa, en una casa donde se está celebrando una fiesta en la que él obviamente no está participando. Y no puedes salir.
Al final, ante esas situaciones, te acabas dando cuenta de que siempre en la vida estás solo, y no hay nadie que te pueda ayudar. Y es triste, pero al final tienes que hacerte a ello. La vida gira a tu alrededor y tú sigues dando vueltas sobre un mismo eje. La verdad, da pena, pero así son las cosas...
no soy la unica q psicolanaliza estados o males del ser humano, xq el efecto carrusel es comun a todo bicho viviente.
pero fijate, en Mary Poppins llega un momento en q los caballos se salen de su círculo vicioso y emprenden un nuevo camino...
Mmm...del carrusel sale el que quiere, pero claro, no basta con quejarse ni con tirarse de un paracaídas, ya lo sabes. Entonces a ver si te pones las pilas, te pones a andar y te quejas un poco menos! jejeje
y todo esto con voz de enfadada pero con cariño!
Gracias por qué? jaja Gracias a tí por leer mis pijadas mentales!
El libro no es lo que se diga bonito. No te esperes una tierna historia de amor porque no lo es. Pero espero que te guste igualmente. A mí me encantó, porque es una cultura tan lejana y tan antigua (y a la vez tan actual) que me es muy difícil de entender. Además se lee en una tarde. Y si te gusta... te recomendaré otro libro del mismo autor.
Un abrazo!!
jajaja me ha encantao lo de la teleserie mexicana...
Bueno pues si quieres ya te dejaré el libro. Aunque, si te sueles comprar los libros y no ir a la biblioteca, puede que en El Parnasillo lo tengan. Sabes qué librería es? Está entre el antiguo Charlston (no sé cómo se escribe) y un restaurante árabe que está haciendo esquina en Carlos III... creo que más cerca del Charlston, y creo que al lado de una tienda de ropa de diseño...
Bueno, todo este rollo para contarte que ahí es donde compra mi padre los libros y como ese libro me lo dejó mi padre...
Y en cuanto a lo de The Cure, a mí me flipó durante un tiempo... aunque de toda la gente que conozco, sólo le gusta a una persona y a otra medio medio. El resto siempre dicen "bah, esque a mí The Cure, no te creas". Pero bueno, espero que te guste...
Y, pro cierto, yo soy de las que tiende a ver el lado pesimista de la vida, así que no te asustes...
Un beso!!!
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