lunes, 10 de octubre de 2011

Más allá del cementerio...



Infinito tiempo sin escribir...pero el tiempo nunca será infinito, ahí radica su valor.
Han pasado muchas cosas desde la última vez, pero tampoco sabremos nunca cuándo es suficiente, ni cuánto es demasiado...
Marea ha sacado disco nuevo, estamos en una nueva recesión y ambas cosas la verdad es que me dan igual.
Cambian cosas...a veces sin darte cuenta, a veces no sabes el qué, a veces lo sabes de sobra...
Y sigues observando eslabón a eslabón la cadena de tu vida, la misma que te tiene anclado al mundo, la que te sujeta cuando vuelas demasiado alto y la que te arrastra al fondo oscuro cuando menos te lo esperas. Pero supongo que en ésto y en nada más consiste levantarse cada dia.

Y, como en el tiempo, ahi radica su valor. En que nunca seremos infinitos, por lo menos vivos, por lo menos aqui. Tenemos fecha de caducidad aunque el ministerio nos nos obligue a llevarla impresa en el culo. Y eso es lo importante, lo que nos hace especiales, lo que nos diferencia a unos de otros y del resto de idiotas que comparten con nosotros ese tiempo, esa vida.
Por eso decidí, hace mucho ya, hacer de mi vida algo especial. A veces lo olvido por completo, lo suelo dejar pasar, esperar a mañana. Cobardía propia y heredada supongo...

Pero tengo otras cosas propias y heredadas: rabia, dolor, alegría, esperanza y sobre todo...vida.
Dias, semanas, horas, tiempo y un corazón que aún late, y que va a latir cuanto yo quiera, y la eternidad no será suficiente. NO, no me vale. He aprendido a morir y a estar muerto, pero se también vivir, sonreír y estar vivo. Y ya he cogido carrerilla, estoy lanzado.

Y como el Calamaro, sé lo que no quiero, y ese es el principio, sobre todo ahora, que tengo muy claro lo que quiero. Y, por primera vez en mucho tiempo, me quiero y me quiero mucho. Tanto, que no me voy a dejar escapar...

Os quiero, y os quiero vivos, más que nunca...

No hay comentarios: