.-¿Cómo asimilas todo el mal que haces?
No te hablo de pequeñas mentiras para salvar las apariencias ni de sisar el cambio en la panadería...
te hablo de cosas muy malas...
.-Dios te quiere, pero ¿y tú? ¿te quieres?
Llevo veintiún años limpiandoles el culo a estos vejestorios porque
es la única manera de mantener a ralla el odio que siento hacia mi mismo.
Dios lo perdona todo, somos nosotros los que no sabemos perdonar...ni perdonarnos.
.-Eso es bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario