Acabo de llegar a casa, he abierto el buzón con el diario enrrollado a la barra de pan y con infinitas ganas de comer y me he encontrado una carta de la Universidad. La he abierto con curiosidad propia del estudiantado y me he encontrado una larga y redundante propuesta de participación en los procesos que se van a llevar a cabo para implantar el EEES (Espacio Europeo de Educación Superior), o más conocido como Proceso de Bologna.
La primera reacción ha sido de sorpresa, la verdad es que nunca nos habían instado a participar de este proyecto desde la Universidad, solo desde iniciativas estudiantiles. Pero de repente, se ha abierto el cielo y nos reciben en nuestra propia casa diciendo que :
''Es decisión del Consejo de dirección de ésta nuestra Universidad que este proceso de reflexión y trabajo se lleve a cabo en los próximos meses de forma abierta, participativa y transparente; basándose en la colaboración activa de todos los estamentos de la comunidad universitaria: estudiantes, PAS y PDI. UN proceso de reflexión en el que será necesario contar con la presencia y las aportaciones de agentes sociales, económicos y políticos que, acompañados por el Consejo de la Universidad, ayuden a definir la nueva oferta educativa de la UPNA con el doble objetivo de responder a las necesidades del entorno y a las opciones que la propia universidad considere estratégicas de cara a su futuro y a la labor de liderazgo social y cultural que le corresponde por naturaleza''
Vamos que ahora nos quieren hacer partícipes de un proceso impuesto, nos dejan espacio para proponer, opinar y decorar un Proyecto con el cual, un amplio sector de estudiantes ha manifestado su desacuerdo infinidad de veces (incluso de no muy acertadas maneras en varias ocasiones) durante los últimos años. El caso es que nos excluyen de la decisión, nos traen el problema a clase sin decir nada y cuando lo tenemos encima nos piden que colaboremos para que todo sea más fácil, haciéndonos cómplices de su decisión.
En definitiva, los remitentes de la carta (Jesús María Pintor Borobia y Javier Casalí Sarasibar, Vicerrector de enseñanzas y Vicerrector de Estudiantes y Relaciones Internacionales) pretenden dejar claro que la toma de decisiones en la Universidad es algo transparente y participativo, algo democrático y de carácter social...
Yo no tengo una opinión muy bien formada acerca del famoso proceso, no se si será mejor o peor para los estudiantes, pero tengo ojos y me fijo en cómo se hacen las cosas, y desde luego de transparencia y participación, nada.
Yon tengo mi propia visión de cómo son las cosas en esta Universidad y es muy distinta a la realidad que nos dibujan en la carta:
La subida de las tasas el año pasado no fue algo limpio y consensuado, mas bien fue algo oculto e impuesto; que la Pública tiene liderazgo social y cultural es algo muy relativo, pero para que yo lo viese claro podrían empezar por dejarnos usar los libros mas de dos días, ayudarnos a pagar la villavesa o evitar que se consuman drogas en el campus, que es algo tan habitual como el absentismo a las clases. Todos saben que las elecciones en la UPNA son un fracaso y que participan los de siempre, que son cuatro. Para evitar esto o para conseguir buenos contratos de prácticas para sus estudiantes, la Universidad gasta muchos menos recursos que para cortar el césped por ejemplo. Los contratos de los becarios en la UPNA son precarios, para nada comparables con la presencia de agentes de seguridad privada, más fácil de encontrar que los profesores en las horas de tutoría... tengo menos miedo de que me atraquen que de que me surjan dudas... otro gran acierto de ésta nuestra universidad.
También podrían apoyar a los alumnos que tenemos que trabajar durante el curso, intentar reducir el numero de fotocopias que tenemos que pagar y mil y una medidas que se me ocurren para facilitarnos la vida a los estudiantes, medidas que se podrían tomar de manera consensuada y transparente, pero que prefieren obviar y centrarse en grandilocuentes reuniones con los alumnos para explicarles las cosas bonitas de un proceso adoptado de forma radicalmente distinta a la que nos quieren mostrar.
Si realmente quieren conseguir sus objetivos podrían empezar por ser sinceros, si no van a llevar a cabo políticas participativas, pues que no las ejerzan y que asuman las consecuencias, pero que no nos intenten vender la moto mandando cartas a casa.
Si se quieren reír de mi, como llevan haciendo cuatro años, que lo hagan en la Universidad, delante de todos, entre el humo de porro del campus y el jaleo de la Biblioteca.
Un estudiante indignado...
1 comentario:
La UPNA me demostró hace poco que lo del liderazgo cultural y social se la pela.
Yo intenté ayudar y me ningunearon. Que no vuelvan a contar conmigo.
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