miércoles, 12 de enero de 2011

La Mariposa azul:


Había un viudo que vivía con sus dos hijas, curiosas e inteligentes.
Las niñas siempre hacían muchas preguntas. Él sabía responder algunas, otras no.
Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina. El sabio siempre respondía a las preguntas sin la menor vacilación.


Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.
Una de ellas apareció con una hermosa mariposa azul que utilizaría para engañar al sabio.

- ¿Qué vas a hacer?, preguntó la hermana.

- Voy a esconder la mariposa en mis manos y voy a preguntar al sabio si está viva o muerta. Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. Y así, cualquiera que sea su respuesta, será una respuesta equivocada.

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.
- Tengo aquí una mariposa azul, dijo una de las hermanas. Dígame, ¿está viva o está muerta?

Con mucha calma, el sabio sonrió y respondió:
- La respuesta está en tus manos.

Así es nuestra vida. La tenemos en nuestras manos. Depende de nosotros mismos.
Muchas veces la hacemos depender del pensamiento de otros, de las actitudes de los otros, de las decisiones de otros, de las condiciones que nos rodean. El determinismo nos entrega al conformismo, al desaliento y a la irresponsabilidad.
La libertad lleva encadenado el concepto de responsabilidad.
Somos responsables porque somos libres.
 “Libertad significa responsabilidad –dice Bernard Shaw- por eso le tienen tanto miedo la mayoría de las personas”.
Hay condicionamientos e influencias, claro está.
Pero somos responsables de nuestros actos.
Esa irresponsable actitud de lavarse las manos ante nuestros errores, y ese empeño tramposo de atribuirse los éxitos y de escabullirse de nuestros propios fracasos.
Los terroristas echan la culpa de sus crímenes al Estado opresor,
los políticos en el poder a los que les precedieron en el gobierno,
los delincuentes a la sociedad,
los profesores a los alumnos por ser vagos e inmaduros,
los padres a la incapacidad de los profesores…

Al parecer nadie es el responsable de nada.
Al pobre Nadie todos le culpan de todo.
 ''Nadie''  ya  ha tomado forma, identidad, de tan nombrado que está.
Porque los terroristas siguen matando.
Los políticos siguen abusando de su posición,
la UPeNa sigue contratando indeseables...
El destino reparte las cartas. Y nosotros las jugamos. Depende, pues, de nosotros.
Como dice José Antonio Marina: el estado del mar y la racha de los vientos no dependen de nosotros, pero sí el manejo del barco.
La mariposa azul está en nuestras manos.
Podemos dejarla volar o aplastarla y acabar con ella.
Según un tal Forester, muy famoso el hombre,  “la verdadera educación, antes que nada, debe comunicar el sentimiento de la responsabilidad personal”.
 Ser incapaz de asumir responsabilidades es un signo evidente de inmadurez,cada uno es como es...
Pero no exigirlas es una señal muy clara de la inconsistencia del sistema educativo y de la misma democracia.

Y os dejo con un fragmento de una carta de Rafael Guillén Vicente (que raro suenasu nombre de verdad)...

''Y la tarea de las mariposas, lo dice cualquier enciclopedia que se respete, es traer el arcoiris más abajo de modo que los niños puedan aprender a volar. ''

4 comentarios:

schmetterling dijo...

Escribió una vez Federico (no Jiménez-Losantos, sino Nietzsche):

"La verdad es: un ejército móvil de metáforas, metonimias, antropomorfismos... en una palabra, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas, adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, a un pueblo le parecen fijas, canónicas, obligatorias:
Las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son, metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su imagen y que ahora ya no se consideran como monedas, sino como metal"

Robin dijo...

y como cn las monedas, la verdad ha perdido su valor.
Ya no importa cual sea la verdad, y eso me hace plantearme si no implica que hayan dejado de existir.
Todo se relativiza, nada es mejor ni nada es peor, ahora todo es diferente a secas. Puede ser mas barato, mas razonable, mas popular... pero too es relativo y todo sirve para algo, aunque sea para hablar de ello. Asi gente como la del salvame, dan mucho juego en su ambito, y generan mas ingresos que famosos cientificos, aparte de proporcionar un entretenimiento y un placer inmediato que para esos ciencitificos seria imposible producir...

Curioso...
Voy a seguir ejerciendo de cientifico, jeje, una pena porque me encanta hacer el indio en television y en general...

schmetterling dijo...

Ups, como siempre, la tecnología se me revela. Después del post sobre nietzsche venía uno de Sócrates dando estopa a los sofistas por su relativismo sin salida y su individualismo egoísta, pero la bibliotecaria me ha echado y no he debido darle al botón de publicar. Una pena, para otro día. Demasiada erudición para un sólo ratejo :)

diana moreno dijo...

muy bonito el cuento, nunca lo había oído
muchas gracias por ponerme entre los enlaces!! :)
saludos!