viernes, 19 de abril de 2013

La última casa antes del lago...

Y de nuevo me encuentro escuchando a Ruper Ordorika...
concretamente Hurrengo Goizean, el primer disco que, en formato musicassette, descubrí de este tipo.
A pesar de las gafas de pasta y sus pintas de eusko cultureta, aquella cinta que mangué del local en mi bolso pirata me cautivó y hoy, más de 10 años después, sigo escuchando sus canciones.

Y es que una nueva etapa se abre ante mis gafas, que no son de pasta,  cerrando más de cuatro años de convivencia en la que fuera la última casa de Pamplona, aunque la primera para mi.
 Y es que en unos días se disolverá lo que ya todos conocemos, sin lugar a dudas, como ''el piso''.

Dejo atrás infinidad de cosas y momentos:

 nuestros vecinos Rumanian style;
el viejito, que no se meaba en una bolsa sino en el ascensor, y que luego empapaba los restos en periódicos casi de su edad;
los kraales de piso;
nuestra particular sesión de ''reforma sorpresa'' con mi ausencia o un piolet;
el espíritu de Sam, la mascota suicida, y el recuerdo de Calderete, su compañero de especie y sucesor en el cargo, que ahora está en una protectora de animales;
el cardo Caparroso Exprés y todos sus compañeros vegetales que han acabado sus días sobre nuestra mesa del IKEA;
las macrofiestas de 50 tios que daban asco en el salón y ensuciaban nuestro baño a cambio de unas noches de interesante estudio del comportamiento humano en casas ajenas;
las danzas horizontales en camas de 90;
las celebraciones nacionales de madrugón y  folklore desubicado;
los tebeos, bueno novelas gráficas, que descubrí gracias a Guy sobre ''The Best Korea'';
las portadas de ''The Rolling stone'' que nos observaban inmóviles frente a sus vecinos del chino;
Las horas de cine,  Spartacus, Mertxe Alcántara, QQCCMH, MHYV, Sandro Rey, el disney charnel y el resto de telemierda que ha reproducido nuestra tele que, a falta de fútbol, tenía pulgadas de sobra...

y el resto de cosas que ahora mismo no voy a escribir porque no quiero, no recuerdo o no procede...

en fin...más de cuatro años de VIDA que se quedan aquí y que me acompañarán el resto de días que me levante de la cama...

Y ahora, con las gafas cargadas de imágenes y recuerdos no me queda sino dejar hueco para lo que venga que, si no es bueno, ya me encargaré de salpimentarlo como convenga para tragarlo...como he hecho siempre, mejor y peor, según como tuviera el día...o los años....

Asi que, de nuevo again, aparece el eterno retorno y Barañain, con sus cosas buenas y malas,
me espera otra vez, aunque sea por poco tiempo.

Allí estaré, con mi padre.
Allí sonreiré los próximos meses, en la última casa antes del lago, ya sabéis...


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